Este verano, al hilo de una formación impartida por Carmen Cortés y Peter Bourquin del Instituto Ecos de Barcelona, llegó a mis manos el libro: “¿Quién Soy? De la disociación a la integración”, editado por Desclée De Brouwer y escrito por Mario Salvador y Peter Bourquin.
En el maravilloso prólogo, la neurocientífica Nazareth Castellanos recuerda el doble Premio Nobel de Medicina y Fisiología, concedido a Ramón y Cajal y Camillo Golgi en 1906.
Ramón y Cajal descubrió que el cerebro está formado por células totalmente independientes: las neuronas, estrechamente interconectadas pero que nunca llegan a fusionarse. Por el contrario, Camillo Golgi demostró que el cerebro es un tejido como una retícula, una red.
Me sentí fascinada al leerlo, primero porque despertó mi admiración por aquellos que reconocieron la aportación de dos científicos rivales, que siguieron fielmente líneas de trabajo opuestas pero trascendentales.
Aprecio especialmente, poder compartir mi trabajo y mi vida con personas que no piensan como yo. Creo que es una oportunidad para entender otras formas de ver, que nos enriquecemos con perspectivas diferentes. Conceder un premio a dos personas que sustentan teorías contrapuestas, me parece otra prueba de que es posible la convivencia entre personas enfrentadas por sus opiniones, siempre que impere el respeto mutuo.
Pero sobre todo, me fascinó el paralelismo automático que surgió en mi cabeza entre la neurona y la persona, la red y la familia:
Tan importante es para el crecimiento y comprensión de una persona la consideración de sí misma como individuo, como la consideración de sí misma como miembro de una familia.
Y a su vez, tan importante para el desarrollo de una familia es la consideración de su singularidad particular, como la conexión con otras familias con las que puede compartir en mayor o menor grado, formando una gran red que funciona de sostén.
Guía de familias a domicilio es una propuesta que surge con la intención de apoyar el desarrollo genuino de niñas y niños. El adulto como parte esencial del ambiente que rodea al bebé, puede favorecer u obstaculizar sin saberlo el desarrollo potencial del bebé. De ahí que el proyecto se concentre en prestar apoyo a la familia en estos momentos especialmente sensibles: la preparación, la llegada y los primeros seis años de las hijas e hijos. Lo que sucede en este periodo de nuestra vida, marca esencialmente a cada persona.
La Escuela de familias se plantea como punto de encuentro, de reflexión y de aprendizaje. Un espacio para disfrutar en familia y compartir con otras familias, porque es mucho más fácil acompañar a nuestras hijas e hijos cuando nos sentimos acompañados.
El nacimiento de mi hijo fue un momento intenso de mucho amor y dudas, a pesar de saber muchas cosas. Supuso un punto de inflexión en mi vida. Una etapa en la que empecé a valorar tremendamente, el apoyo que me permitía a la vez tomar mis propias decisiones y buscar mi manera de hacer las cosas. A disfrutar de los espacios de encuentro con otras familias .
Este proyecto en conjunto responde a la pregunta: ¿Quién soy?
Es fruto de toda mi formación y experiencia profesional. De un proceso profundo de integración de las vivencias que me han marcado. De un afán de superación personal, que me lleva a entender los obstáculos como oportunidades. De un potente deseo de compartir y aportar, como forma de agradecer todo lo recibido.
Esto ha sido posible gracias a las personas que han colaborado para que este proyecto vea la luz.
Gracias Keren Reyes por tu mirada. Tus fotos son capaces de reflejar lo intangible. Un auténtico regalo.
Gracias a mis correctores de estilo: Tere, Bea y Carlos.
Agradecimientos especiales:
A mi hijo Leo, amor puro. Por venir y contagiarme tu fuerza y tu valor. Estoy muy orgullosa de tí.🤍
A Carlos por compartir conmigo tu corazón. Por creer en mí y apoyarme. Por ser así.❤️
A mi madre y a mi padre, por la vida que me habéis regalado. Por vuestro esfuerzo y cariño. Por enseñarnos a apreciar la belleza de las cosas.
A mi hermana y a mis hermanos. Indispensables. Tan diferentes y tan bonitos. Gracias por apoyarme siempre.
A mis cuñadas y cuñado, por alegrar nuestras vidas.
A mis sobrinas y sobrinos. Orgullo de tía. Me encanta veros crecer.
A mis tías y tíos, en especial a las palmeñas y a mis padrinos, que habéis tejido una potente red con vuestra dedicación y generosidad. A mis primas, mis primos y sus parejas. Me siento tremendamente afortunada de pertenecer a mis dos familias.
A Antonio por ser el mejor padre para Leo. A su familia por cuidar de Leo.
A Mercedes, Liam y familia por acogerme con tanto cariño. Qué gusto.
A las niñas y niños que he acompañado a lo largo de estos años, maestros de la presencia.
A las familias de estas niñas y niños, a las que también he acompañado, por su confianza.
A mis formadores, compañeras y compañeros de formación y trabajo, de los que he aprendido tantas cosas.
A mis jefas. A Yoli, que despertó y alentó mi mirada profesional. A Mari Luz R, que me brindó una experiencia maravillosa en Torrelodones. Gracias a las dos por ver más allá y compartirlo conmigo. A Cova por confiar en mí para construir juntas la base pedagógica de su precioso proyecto e impulsarme a buscar mi lugar.
A mis compis estelares por todo lo compartido y lo que está por venir!.
A Carmen y Peter por ser y trabajar desde el corazón. Por vuestras palabras y vuestros silencios.
A Pilar C., Chus A. y Alberto por mostrarme cómo cuidarme.
A las personas que me han ayudado en momentos clave: Marisol V., Eva Inés, Ana M., Elena Carlota y Alex.
A mis amigas y amigos, que me han animado y han colaborado para que muestre al mundo lo que puedo hacer ( María Z., Ibone, Bárbara, Bea, Eva R., Carolina M x 2, Vero, María P, María de la P…..) Gracias por estar en mi vida.
A mis comadres, Begoña y Berta. A nuestras amigas y amigos de la Escuela de familia Al Alba. Qué maravilla conoceros y seguir creciendo a vuestro lado.
Gracias también a Fabiola Aguado del Moral por hacer posible el espacio tan rico y especial, que nos ofreció en la Escuela de Familias Al Alba.